El primer día de clases hicimos juegos rotativos y cuando completábamos los juegos
nos daban piezas de puzles. Al final lo armamos, lo completamos con ayuda de nuestros padres y madres quienes también participaron de los juegos con nosotros.
La frase decía: "Ningún rompecabeza se arma con piezas iguales, todos somos diferentes, pero igual de valioso".
La frase nos invitó a pensar que en la escuela todos somos distintos pero iguales en derechos. La escuela necesita de todos nosotros.
Autores Nathan y Levinston
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